Estrategia de evaluación - quiz décimo grado
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Las críticas constructivas no existen
Hay que empezar a reconocer que no existen las críticas constructivas. Es más, las dos palabras juntas forman una bonita paradoja. Y hasta cuando los motivos de las críticas sean bienintencionadas, sus efectos poco constructivos pueden ser similares. Dicho de otra forma, incluso un consejo no solicitado es una crítica. Y es que cualquier comentario o sugerencia que pretende mejorar o cambiar algo ha de tener potencial destructivo, tiene que limpiar y desalojar para luego sustituir, reparar o modificar. Aún cuando las críticas puedan y tal vez deban emplatarse con las salsas de la educación, del respeto y hasta del cariño, no por eso dejan de tener un trasfondo terminator que es la esencia de cualquier criticismo y avance, bien en las artes o las letras, bien en la ciencia.
Cuando te critiquen, cabréate pero apúntalo.
Cabrearse a veces es el peaje que hay que pagar para obtener datos fiables. Incluso cuando los motivos del criticador sean interesados o maliciosos, siempre hay información valiosa en toda crítica.
¿Realmente es tan problemático recibir una crítica?
No existen las críticas constructivas, todas las críticas tienen la inevitable misión de quitar para poner.
Unas serán más educaditas y otras más agresivas, y algunas vendrán acompañadas de propuestas y alternativas, pero el auténtico valor de una crítica es la crítica en sí misma, la oposición o desagrado que muestra hacia algo, el desacuerdo, la distancia, el desamor y la falta de sintonía.
¿Por qué el que critica debería saber cómo mejorar aquello que critica?
Una crítica desnuda, que no plantea opciones ni sugerencias, tiene el mismo valor de evaluación. ¿Por qué nos molestan tanto las críticas y por qué las utilizamos tan mal hasta convertirlas en insultos, venganzas y confrontaciones contra los que no nos gustan?
Criticar es bueno para todas las partes, pero intentar satisfacer la necesidad de autoestima disfrazando la mera descalificación de crítica legítima es tan inútil como triste. Todas las críticas son destructivas, esa es su función, ese es su valor de cambio y de crecimiento, pero si se dirigen a las personas y no a las ideas o a los proyectos, a los productos o a los servicios, no son críticas, son meros ataques. Igual ocurre cuando intentamos enmascarar nuestras quejas para hacerlas pasar por argumentaciones racionales que intentan mejorar las cosas. En raras ocasiones la función de quejarse tendrá relación con la crítica en el “mejor sentido destructivo” de la palabra. Está claro que una buena cultura de la solicitud, de la aceptación y de la realización de críticas está por desarrollar, incluidas las habilidades sociales, y no cabe duda que este mundo de las redes sociales y de los blogs, de la participación y de las opiniones abiertas es un buen campo de entrenamiento.
Una buena conclusión del articulo puede ser:- Es mejor no recibir criticas
- Las críticas no son tan malas como parecen
- No critiques para no ser criticado
- Las razón por la que las críticas no son bien recibidas es:
- Por falta de habilidades sociales
- Por personas quejosas que solo buscan fastidiar
- Porque las usamos mal
- El autor menciona el ejemplo de las redes sociales para:
- Quejarse que por allí lo atacan mucho
- Dejar claro que es allí donde más critican a la gente
- Proporcionar un ejemplo de aplicación
- “Hay que empezar a reconocer que no existen las críticas constructivas. Es más, las dos palabras juntas forman una bonita paradoja”. En el párrafo la palabra paradoja significa:
- Ejemplo
- Contradicción
- Pareja
- Según el autor Las críticas no deben dirigirse a:
- Las ideas
- Los servicios
- A la persona
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